Mojadura al canto.
Empapado. He llegado a casa bien
mojadito. Me decidí por la bici de corredor y las sensaciones han sido mejor de
las esperadas. Espero seguir saliendo con ella estos días. Salí de casa en
seco, pero ya en Puente me cayeron las primeras gotas. Minucia, poca cosa.
Estuve dando vueltas con Cacho entre Cabezón y Cabrojo, hasta que empezó a caer
con ganas. Entonces fuimos hasta Ruente. Aquello no había quien lo parara. Se
nos junto Rubén y me acompañaron hasta el alto de Quijas. La carretera era un
rio. Con lo cual me metí en casa y se acabo la salida.
Ahora mientras escribo he estado
mirando la clasificación de la primera carrera máster en Llodio y me ha entrado
morriña. Que se le va a hacer. Me supongo que quitare las ganas con las
venideras.
Resumen:
59,44km 2h17´ 25,8km/h 380m 110/142p
Solomillo
wellington
4 medallones de solomillo, cortados de diferente grosor. A gusto
de cada uno.
300 gr de hojaldre crudo
150 gr de champiñones
100 gr de chalotas
½ l de vino de oporto
100 ml de nata liquida
Unas gotas de jerez seco, unas gotas de zumo de limón, sal y
pimienta
Cortar el hojaldre en cuatro
cuadrados en los que podamos envolver los solomillos.
Picar casi toda la chalota en juliana
y rehogarla en aceite. Añadir los champiñones fileteados. Rehogar y sazonar.
Dejar en un escurridor.
Pasar los solomillos por una
plancha o sartén bien calientes, sazonar. Tienen que quedar dorados y poco
hechos. Ponerlos a escurrir.
Colocar los solomillos en los
cuadrados de hojaldre y encima la farsa de chalota y champiñón. Envolver y
pintar con huevo batido. Lo mejor con una brocha y sino con la misma mano.
Meter en el horno precalentado a 200º C unos 15 o 20 minutos. Aparte rehogar en
un poco de mantequilla el resto de la chalota, verter el oporto y reducir hasta
que nos quede algo menos de la mitad. Añadir la nata y espesar por reducción.
Se le añade el jerez, el zumo y se sazona. Pasar por un colador.
Colocar el hojaldre en cada plato
y la salsa en salsera.
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