sufrimiento consentido

Desde el domingo sin poder salir en bici. Por lo tanto ya tocaba. El problema es que no tengo medida. Me he pegado un buen calentón. Tenía pensado no salir el sábado, asi que tocaba aplicarse hoy. He tirado para La Montaña, Hijas, Cieza y después San Cipriano. Luego ya tocaba llanear por el valle de Cabezón. El problema es que iba fundido y encima la espalda me estaba torturando. A todo esto se sumaba el frio, el nordeste lo acentuaba y se te quedaban las partes expuestas congeladas. Amplié la salida por la Hilera y me pase por el complejo. De allí a casa me bajo la media que hasta esos momentos era de casi treinta kilómetros por hora en 105 km, con más de 1400 metros de ascensión. Mañana me parece que me toca ir a la Alberícia con una hija. Creo que hace lanzamiento de disco.

Fosil en el  Monte Tejas. Sigo con ganas de bici. Menos cansado que ayer, he salido a las ocho de la mañana y he dado la vuelta por Santalucia. Quería ir rápido pero la espalda me atormenta demasiado. Seguidamente he llegado al complejo y con el grupo he subido otra vez para Cabezón. Mi idea era ir a rueda, pero me puse en cabeza y a la par subí hasta Santalucia. Allí me despedí y me vine con Manu. Luego se nos unió Harry y hasta Quijas. Siguiéndole rueda mientras él hacia su serie. Al final me presente en casa con casi noventa kilómetros y 31 km/h de media, eso sí, con poco ascenso. Si la espalda me deja seguiré mejorando. Aunque lo reconozco, lo veo muy crudo. Ganas no me van a faltar, pero cuando no puede ser, pues no puede ser. Luego estuve viendo a las hijas correr el cros del colegio.   Emma. Por la tarde unas fotos por el monte Tejas.