La vida sin riesgo.
Con esta bici cualquiera.
Empiezo el
año escribiendo la salida de ayer. Después de tres días con la mtb sufriendo
los avatares del asfalto, me decidí a salir con Oscar y disfrutar del monte.
Aunque las piernas estaban reventadas la salida fue sublime. Empezamos subiendo
Quijas por asfalto, cogiendo pista ya en Caranceja. Cruzamos el pueblo de Ibio
y llegamos a herrera de Ibio. Fuimos ascendiendo hasta el Toral (899 metros). Desde
el arroyo Ceceja es más de media hora de ascensión (6 a 8 km/h de media) hasta la cima. Aquí paramos
y sacamos unas fotos.
A pesar del viento cresteamos hasta dar con la bajada más
complicada a la que me he enfrentado en mi vida. Solo verla se me quitaron las
ganas, pero al ir con Oscar pues este se tiro para abajo y no me quedo más
remedio que seguirle. Comprendía dos tramos, en el primero se te ponían de
corbata. El pecho apoyado en el sillín y mucha concentración. En el segundo,
mejor ni mencionar lo que pude sentir. Ya metido en pleno descenso, miedo, sin más.
Llegamos a Porciles, franja entre Ucieda y Cieza. Puro mtb, barro lo justo,
piedras, descensos cortos complicados, diversión.
Bajamos por donde se hacía en
la marcha de Cieza. El problema es que los escajos no se habían cortado y nos
tuvimos que bajar de la bici para pasar un tramo. Luego nos metimos en el corazón
del monte. Los suelos de las camberas estaban cubiertos de hojas y había que ir
con mucho cuidado, sorteando piedras, ramas, troncos y todo lo que se
encontraba enterrado a nuestro paso. Bajamos por un sendero que está a la
derecha de la cambera principal y asi eludimos los dos ríos que confluyen
llegando abajo. Salimos a Villasuso y para casa.
Tres horas y
media que se me hicieron muy cortas. Alguno llego a casa pidiendo la hora.
Hoy toca descansar.
Desde el día 21 solo he descansado el viernes 27. Mucha intensidad, que he
logrado soportar estando de vacaciones y comiendo como un toro.
Ojala el
tiempo siga asi y pueda aprovechar haciendo salidas mas tranquilas.
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