Disfrutando, pero con mucho dolor.





Hoy quede con Simal para hacer las tres colladas (Hoz, Ozalba y Carmona). Fuimos con un ritmo vivo, los dos a la par hasta pasado Panes. Allí nos pusimos en fila por lo estrecho de la Hermida. Mis sensaciones eran malísimas. La espalda me martiriza demasiado. Llegamos a la base de Hoz y metí todo el desarrollo. Simal se fue solo para arriba. Le fui llevando a la vista pero pensando que me iba a meter una minutada. Hasta Linares mi subida fue horrible. Bajando le perdí de vista. En la segunda parte de Hoz me empecé a encontrar mejor y apreté. Mi ritmo en ese momento es el que me gusta, pero que, porque lo que sea no me deja la espalda. Rápidamente le vi y fue a su caza. Le cogí antes de coronar. Me comento que él tampoco iba fino y que se notaba muy cansado. Bajamos y empezamos Ozalba. Este fue en el único tramo que disfrute sin dolor. Puse un ritmo bueno de subida, pero notaba que me estaba excediendo. A poco más de un kilometro para la cima subí un piñón y ese momento me paso Simal. Coronamos juntos pero con la espalda dando qué hacer. Camino de Carmona me puse a tirar a un ritmo alto, que sin dolores no tengo problema para mantenerle. Pero a mitad de recta los lumbares me reventaban. En la base de Carmona le deje pasar y puso un ritmo tipo Simal. Cuando llevábamos un kilometro, le poca en el cuello algo, una avispa. Paramos le saco el aguijón y le exprimo la zona. El resto de subida me mantengo a rueda y le doy un relevo casi arriba. Mis lumbares no estaban para más. Ya camino de casa relevamos, pero llegando a Virgen me dice que esta fundido. De aquí a casa tiro yo.
AL final 148 kilómetros en 5 horas. Hay que reconocer que el viento no fue nuestro aliado. A nada que hubiese sido generoso hubiésemos pasado de 30 km/h de media.

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